EL PODER DE LA MEDIACIÓN, UANL Dr. Francisco Javier Gorjón
Gómez, PODCAST DE MEDIACIÓN,
AQUÍ PUEDES VER EL VIDEO PODCAST https://youtu.be/xto28jeEIqE
Hola, hoy iniciamos la tercera temporada 2022, de la saga de
los métodos de solución de conflictos, sus intangibles y su vinculación con el
bienestar y la felicidad.
Hoy hablaremos del poder y la mediación, de la mediación y
el poder, de cómo la mediación es poder, la mediación no es una fuente de poder,
es una fuerza que genera el empoderamiento de las personas cuando acuden a ella,
porque produce una sinergia de fuerzas, que hace del mediador un agente de
cambio social, y un agente de paz, hace que el mediador y el mediado sean
factores evolutivos hacia una sociedad moderna, porque la mediación tiene el
poder de generar sinergias positivas en donde no las hay, logrando que podamos
vibrar en la misma sintonía, sincronizándonos en armonía.
El poder de la mediación se centra en hacer los mejores,
mejorando la calidad de vida y el bienestar subjetivo percibido de cada persona,
porque fortalece la individualidad de las personas, y su autenticidad de forma
coherente, conforme a nuestros propios intereses, y necesidades, así como la
colectividad cuestionada.
Los seres humanos vivimos relaciones concéntricas, e
influimos en los demás, porque tenemos el poder de hacerlo, nuestra simple
presencia, puede motivar cambios e influir en situaciones cotidianas, esta
influencia la podemos orientar según nuestros intereses de forma consciente, o
inconsciente, de forma proactiva, o pasiva, por acción, u omisión, en el
proceso de mediación, si influye positivamente en los mediados, y ellos a su
vez lo hacen exponencial con las personas de su entorno, generando un flujo de
energía positiva, haciendo las personas mejores, y lo interesante de esto, es
que desde su propia perspectiva de vida, sin afectar la del otro, es más, mejora
las relaciones, por lo que es mejor crear nuevas, y aumenta tu nivel de interacción
e influencia.
La mediación da el poder de vivir felices, de generar el
propio bienestar, y el de los demás, porque las personas tienen el poder de
decidir qué problemas enfrentar, siendo parte de la solución, esto es como principal
efecto genera el empoderamiento de las personas, mejorando su situación y modo
de vida, otorgándoles vitalidad positiva, en su más amplio sentido, ya que, al
resolver su conflicto, reconstituye sus relaciones.
El empoderamiento de las partes, vía la mediación, está
ampliamente reconocido por la doctrina especializada, entendiéndose como un
valor intangible, porque genera, equilibrio entre las partes y refuerza la
autoestima, genera un ambiente de corresponsabilidad, alentando el respeto muto
El poder de la mediación, radica también en el orden que
genera, y en la estabilidad que provoca, mediante la comunicación asertiva,
porque va más allá, de la simple transmisión de ideas, o creencias, de
conceptos, o visiones personales, la mediación, da el poder de decidir quiénes
somos y quiénes queremos ser.
Imaginemos, que podemos tener relaciones armónicas,
imaginemos vibrar, y fluir en la misma sintonía, imaginemos, buscar nuestro
bienestar, y el de los demás sin lesionar los intereses del otro, imaginemos,
respetar a los demás, y que ellos nos respeten, imaginemos una vida digna
basada en el equilibrio pragmático, respeto común, en nuestra libertad de
nuestra igualdad y libre albedrío, y todo ello derivado de nuestro poder de
decisión, la mediación nos hace, y nos hará mejores personas, por ello la
mediación es poder
El poder radica principalmente, en la capacidad de decisión
de los seres humanos, y hemos vinculado como analogía propositiva a la
mediación, ya que al igual que el poder, su virtud radica en la capacidad de
decisión de quien la ejerce, y también de quien la disfruta, el poder se deriva
de las relaciones sociales, y que sin este una sociedad, o un grupo de personas
independientemente de su vínculo social, puede existir, por lo que establece
reglas mínimas, siendo fundamentales para lograr el orden en la libertad, con
un equilibrio de ideales, esto es el “quid pro quo”, que alienta la
reciprocidad ya que el que ostenta poder lo debe a la convivencia con los demás,
en razón de sus intereses en razón entonces de su bienestar subjetivo percibido.
Afirmamos que la mediación es poder, porque sigue esta misma
lógica, al ser una fuente de decisiones, tiene la capacidad de influir en los
demás en razón de intereses, reflejando esto en un régimen de gestión, y
transformación de conflictos que cambia vidas, representado por su método y los
demás métodos de solución del conflicto, por sus técnicas que, privilegien la
libertad, el libre albedrío, la voluntad de decisión de quien las ejerce, es
una fuente de poder propositiva que procura el bienestar social desde la
perspectiva del bienestar subjetivo percibido, fuente de felicidad y de paz,
que genera convivencia y cohesión social armónica.
El poder y la mediación, tienen un mismo principio, la
libertad y el libre albedrío, y a su vez se fundamentan en el ser humano y su
capacidad de decisión, es cierto que existen infinidad de instituciones
sociales que a través de los tiempos en generar innovaciones sociales, que han
transformado el mundo en positivo, por ello en razón de esas experiencias, y de
la sinergia dimensional de la mediación, en donde su rango de profesión, o
ciencia empieza a ser reconocido, es entonces idóneo, entender a la mediación como una fuente de
poder, que transforma, cambia y mejora las condiciones sociales de seres humanos,
Y de cómo a través de la gestión y transformación de
conflictos, la mediación en múltiples facetas, genera efectos tangibles, que
dimensionalmente en poder a los seres humanos en la sociedad, teniendo el poder
de provocar el altruismo a las personas, fomentar la amistad y el amor,
derivado del equilibrio entre ellas, ello hace que la autoestima y la
autorrealización no sean sólo un ideal en las personas, sino una realidad
generando bienestar y calidad de vida, y de como desde la perspectiva ciudadano,
genera cambios no sólo a un círculo inmediato de influencia, sino en los demás.
Significa que puedo orientar, couchear, a quien cree en mí,
quienes se acercan a mí, en pos de ayuda, o de quienes dependen de mí,
concertando ideales y modos de vida efectivos, y conscientes con los demás.
El poder de la mediación nos da la posibilidad de generar
cultura del diálogo, y del perdón a través de la gestión del conflicto, en un
sentido amplio, democratizador, en el que es posible para todos, tenemos a
través de ellas la posibilidad de vivir dignamente, y con respeto, generando
instrucciones en nuestra vida que antes no eran posibles, con impacto económico,
que nos permite vivir dignamente, y exitosamente en un contexto de ganar-ganar,
haciendo de la mediación un modo de vida y un estilo de vida.
La mediación tiene el poder de que seamos más empáticos, con
nuestro entorno y con las personas que nos rodean, evitando con ello la
escalada de emociones negativas, y conflictos, el poder de la mediación nos da
crecimiento personal, pero también espiritual desde nuestras diversas creencias,
haciendo que creamos en nuestro prójimo, fomentando relaciones éticas, siendo
generosos y humanistas, preocupados por los demás, dejándonos de inquietar por
lo nuestro ya que ello, lo tendremos resuelto, permitiéndonos ser indulgentes
con los demás, y poder vivir con honor.
El poder de la mediación, nos da la posibilidad de innovar,
de generar cambios en nuestra vida y en la de los demás, a través de sus
valores intangibles, para alcanzar nuestros objetivos en plena libertad de
forma justa y equitativa, el poder de la mediación genera júbilo cuando resolvemos
nuestros conflictos y logramos reparar el daño que nos han hecho, o que hemos
hecho, perdonar y que nos perdonen, esto hace que la sociedad no se observe, y
al ver que funciona, generaremos un mentoraje, que provocará orden social,
todos querrán mediar cuando observen sus beneficios, y la permanencia de sus
beneficios, reconciliándonos, con quienes convivimos, trabajamos, o amos.
El poder de la mediación genera en nosotros la otredad,
permitiéndonos evolucionar y poder cambiar y ser otros, erigirnos como agentes
de cambio, como agentes de paz, pacificadores y proactivos, conscientes de
nuestro papel, y del rol que desempeñamos para hacer que la sociedad progrese,
y podamos redimirnos de nuestras acciones u omisiones, ello dará paso a que
reformemos nuestro entorno en positivo, y el de los demás
El poder de la mediación, nos hace más resilientes, a los
hechos, y acontecimientos cotidianos que afectan positiva, o negativamente en
nuestra vida diaria, el poder del restaurativo de la medición, nos lo facilita,
y sana a todos de forma sincrónica, y hace que nuestras decisiones sean
vinculantes, ya que de no ser para todos los embates negativos lo evitaría, así
como el efecto positivo del poder de la mediación, nos sana tanto moral, como
espiritualmente
La mediación tiene el poder de hacernos más solidarios, de
hacernos más tolerantes con nuestro prójimo, con nuestras familias, con quienes
amamos, hace del tiempo un aliado fortaleciéndonos, permitiendo la transición
de relaciones conflictivas, a relaciones armoniosas, de una manera más rápida,
eficiente y permanente
La mediación tiene el poder de la verdad, de nuestra verdad,
esto significa, darles vida y forma a nuestros ideales, sin afectar a los demás,
bajo el halo de nuestra verdad, así como la felicidad se constituye en una
verdad jurídica, nuestros ideales igualmente podemos materializarlos, en una
verdad racional, legal, sincrética, y adaptativa, que no solo nos dará
beneficios a nosotros, sino que podemos compartirla con los demás en el
porcentaje necesario, que mis vínculos, amerite, o mejor dicho, según la
coincidencia de intereses implicados
Con esto, termino el día de hoy, los invito a que difundan
esta grabación en sus redes sociales, con sus contactos dale like, dale me
gusta, ayúdame a crear una cultura de uso de la mediación, constituyámonos como
agentes de cambio, como agentes de paz, a propósito del poder de la mediación, hasta
la próxima.
Dr. Francisco Javier Gorjón Gómez
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